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Inicio->Número 9 (junio 2006)->Einstein y la relatividad en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España

Einstein y la relatividad en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España
por Pedro García Barreno
Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
José Rodríguez Carracido

Las negociaciones iniciadas por Esteban Terradas y Julio Rey Pastor culminaron con la visita a España que Einstein inició el 23 de febrero de 1923 en Barcelona. El dos de marzo llegaba a Madrid y su agenda se repartió entre la Universidad, el Ateneo, la Residencia de Estudiantes y la Real Academia de Ciencias, en la que recibió el Diploma de Académico Corresponsal Extranjero. La teoría de la relatividad llegaba antes a España y de todo ello quedaba constancia en distintos documentos de la Real Academia de Ciencias. Los académicos que en mayor o menor extensión escribieron en publicaciones de esta institución fueron principalmente de la Sección de Ciencias Matemáticas, y entre destacaron José María Plans Freyre, Nicolás de Ugarte y Gutiérrez, Luis Octavio de Toledo, Pedro Carrasco Garrorena y Pedro Puig Adam. No se encuentran colaboraciones de Terradas, y sólo de uno de los miembros de la sección de Ciencias Físico-Químicas: Blas Cabrera Felipe.

La relatividad en la Real Academia antes de la visita de Einstein

Fueron diversos los autores que trataron sobre la teoría de la relatividad antes de la llegada de Einstein y de cuyos trabajos quedó constancia en la Real Academia de Ciencias. Uno de ellos fue el artículo publicado en 1918 por Pedro Carrasco Garrorena, nombrado académico diez años después, en la Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales que llevaba por título Nuevo método para medir la velocidad de la luz. Determinación de algunas constantes físicas, que dependen de la medida de pequeños intervalos de tiempo. Su trabajo comenzaba así:

Uno de los datos físicos fundamentales, tal vez el más importante es el valor de la velocidad de la luz; de tal modo, que creemos de primordial interés cuanto se refiere a una determinación absoluta de la citada magnitud.

En 1919, la memoria titulada Nociones fundamentales de Mecánica relativista cuyo autor era José María Plans Freyre, académico corresponsal y catedrático de Mecánica Celeste en la Universidad Central de Madrid, resultaría premiada en el concurso ordinario convocado por la Real Academia y sería publicada en 1921. Blas Cabrera, quien examinó el trabajo lo describía así:

El todo es, en realidad, una comparación razonada entre la Mecánica clásica y la llamada relativista, tratando de hacer ver que aquella debe tomarse solamente como una primera aproximación.

En 1922 José María Plans volvería a ser premiado por la Real Academia en el concurso ordinario, cuyo lema era Ricci, Levi-Civitta. La memoria, Nociones de cálculo diferencial absoluto y sus aplicaciones, sería publicada un año después en las Memorias de la Academia. También en 1922 Blas Cabrera presentaba la memoria titulada Resolución de algunos problemas elementales de Mecánica relativista restringida, trabajo, que correspondía a la tesis doctoral de Pedro Puig Adam, primera realizada en España sobre relatividad.

Einstein, miembro corresponsal de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España

En febrero de 1923, diversos académicos de la Sección de Ciencias Físico-Químicas proponían a Albert Einstein como miembro corresponsal extranjero de dicha Academia. La propuesta se hacía en los siguientes términos:

Los Académicos que suscriben tienen a gran honor el proponer para Miembro Corresponsal Extranjero de esta Academia al Profesor Einstein, catedrático en Berlín. No es preciso encarecer sus merecimientos; basta citar su nombre, recordar que va unido a la por tantos títulos famosa teoría de la Relatividad, y que desde los tiempos de Galileo y de Newton nada se ha hecho en la Ciencia que iguale a la trascendencia y al alcance de la concepción verdaderamente genial de Einstein. Madrid a 14 de Febrero de 1923.

El 28 de febrero de 1923, cuando Einstein ya estaba en España, la Academia aprobó por unanimidad la propuesta de nombramiento de Corresponsal Extranjero. Einstein recibió el diploma de Académico Corresponsal extranjero en la sesión pública extraordinaria del 4 de marzo de 1923, presidida por el rey Alfonso XIII quien le hizo entrega del diploma correspondiente. De los treinta y tres académicos numerarios asistieron veintiocho, entre ellos el presidente de la Academia, José Rodríguez Carracido, Blas Cabrera Felipe, Leonardo Torres Quevedo. No asistieron Julio Rey Pastor, que se encontraba en Argentina, y Santiago Ramón y Cajal, por enfermedad. Einstein le visitaría en su casa al día siguiente. En el acta correspondiente a esta sesión se puede leer:

Dignose S. M. el Rey declarar abierta la Sesión e indicar cual era el objeto de la misma, y ordenó al Secretario que diese lectura al acuerdo de la Academia por el que ésta nombró Corresponsal suyo al profesor Einstein. Verificada esta lectura se dignó conceder la palabra al Sr. Cabrera quién leyó un muy interesante discurso. Señor: La misión que me ha conferido nuestro Presidente en este acto –comenzó diciendo el señor Cabrera- se concreta a hacer la presentación del profesor A. Einstein, a quién la Academia otorga la más alta distinción a que le autorizan sus estatutos, para rendir testimonio al genial hombre de ciencia, de la admiración que su obra ha merecido a cuantos en España cultivan los diversos capítulos de la Filosofía Natural, testimonio que S. M. el Rey se ha dignado realzar con su presencia […].

Terminado el discurso del señor Cabrera llamó S. M. el Rey al profesor Einstein para entregarle el Diploma de Académico Corresponsal, y le concedió, al mismo tiempo la palabra para contestar al señor Cabrera. Leyó en alemán el profesor Einstein el discurso de gracias, cuya traducción al español fue leída a continuación por el Académico Señor Casares.

La relatividad tras la visita de Einstein

Un año después de que Einstein visitara España, José María Plans ingresaría en la Real Academia de Ciencias como académico numerario. En su discurso, titulado Algunas consideraciones sobre los espacios de Weyl y de Eddington y los últimos trabajos de Einstein volvería a hacer referencia a las teorías de Einstein. Luis Octavio de Toledo, en su contestación, reconocería la dedicación de Plans a difundir las teorías del físico alemán:

Nuestro compañero ha sido, en unión de los señores Cabrera y Terradas, uno de los primeros y más entusiastas propagandistas en España de las teorías de Einstein.

El 25 de octubre de 1924 se presentaría a concurso la memoria titulada Comentarios a la Teoría de la Relatividad de Einstein, cuyo autor era el ingeniero militar Enrique Paniagua. Se trataba, según su autor, de la primera parte, la dedicada a la relatividad especial, de un proyecto más ambicioso que también se ocuparía, posteriormente, de la relatividad general. El informe de la memoria fue encargado a Plans, quien señalaba desconocimiento por parte del autor de los trabajos fundamentales de Lorentz, Einstein o Minkowski e indicaba que el autor no había a adquirido una idea clara de lo que era el principio de Relatividad. Por todo ello, la memoria resultaría rechazada.

La Academia recibiría en 1925 un folleto remitido por Horacio Bentabol titulado Observaciones contradictorias a la teoría de la Relatividad del Profesor Alberto Einstein, que recogía una conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid en la que aquel criticaba la teoría de la relatividad. Bentabol solicitó que sus teorías y las de Einstein fuesen examinadas por una comisión de académicos, tres a favor y tres en contra de la teoría de la relatividad de modo que se rectificasen los errores introducidos en las ciencias físicas y matemáticas desde hacía más de un siglo. Tal solicitud sería desestimada.

La actitud de la Academia frente al escrito de Horacio Bentabol y el informe de Plans sobre la Memoria de Paniagua, dejaron clara la postura de la Academia sobre la Relatividad; y, años después, Julio Palacios Martínez hizo patente su defensa de la nueva física en su Discurso de recepción en la Real Academia de Ciencias. Sin embargo, la publicación por el contralmirante García-Frías en la Revista de la Academia, de una teoría geométrica del espacio en la que denunciaba el concepto de Enstein del espacio como una propiedad de la materia, supuso una derrota en el criterio señalado.


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