Las negociaciones iniciadas por Esteban Terradas y
Julio Rey Pastor
culminaron con la visita a España que Einstein inició el 23 de febrero
de 1923 en Barcelona. El dos de marzo llegaba a Madrid y su agenda se
repartió entre la Universidad, el Ateneo, la Residencia de Estudiantes
y la Real Academia de Ciencias, en la que recibió el Diploma de
Académico Corresponsal Extranjero. La teoría de la relatividad llegaba
antes a España y de todo ello quedaba constancia en distintos
documentos de la Real Academia de Ciencias. Los académicos que en mayor
o menor extensión escribieron en publicaciones de esta institución
fueron principalmente de la Sección de Ciencias Matemáticas, y entre
destacaron José María Plans Freyre, Nicolás de Ugarte y Gutiérrez, Luis
Octavio de Toledo, Pedro Carrasco Garrorena y Pedro Puig Adam. No se
encuentran colaboraciones de Terradas, y sólo de uno de los miembros de
la sección de Ciencias Físico-Químicas: Blas Cabrera Felipe.
La relatividad en la
Real Academia antes de la visita de Einstein
Fueron diversos los autores que trataron sobre la
teoría de la
relatividad antes de la llegada de Einstein y de cuyos trabajos quedó
constancia en la Real Academia de Ciencias. Uno de ellos fue el
artículo publicado en 1918 por Pedro Carrasco Garrorena, nombrado
académico diez años después, en la Revista de la Real Academia de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales que llevaba por título Nuevo
método para medir la velocidad de la luz. Determinación de algunas
constantes físicas, que dependen de la medida de pequeños
intervalos de tiempo. Su trabajo comenzaba así:
Uno de los datos físicos fundamentales,
tal vez el más importante
es el valor de la velocidad de la luz; de tal modo, que creemos de
primordial interés cuanto se refiere a una determinación absoluta de la
citada magnitud.
En 1919, la memoria titulada Nociones
fundamentales de Mecánica
relativista cuyo autor era José María Plans Freyre, académico
corresponsal y catedrático de Mecánica Celeste en la Universidad
Central de Madrid, resultaría premiada en el concurso ordinario
convocado por la Real Academia y sería publicada en 1921. Blas Cabrera,
quien examinó el trabajo lo describía así:
El todo es, en realidad, una comparación
razonada entre la
Mecánica clásica y la llamada relativista, tratando de hacer ver que
aquella debe tomarse solamente como una primera aproximación.
En 1922 José María Plans volvería a ser premiado
por la Real
Academia en el concurso ordinario, cuyo lema era Ricci, Levi-Civitta.
La memoria, Nociones de cálculo diferencial absoluto y sus
aplicaciones, sería publicada un año después en las Memorias
de la Academia. También en 1922 Blas Cabrera presentaba la memoria
titulada Resolución de algunos problemas elementales de
Mecánica relativista restringida, trabajo, que correspondía a
la tesis doctoral de Pedro Puig Adam, primera realizada en España sobre
relatividad.
Einstein, miembro
corresponsal de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales de España
En febrero de 1923, diversos académicos de la
Sección de Ciencias
Físico-Químicas proponían a Albert Einstein como miembro corresponsal
extranjero de dicha Academia. La propuesta se hacía en los siguientes
términos:
Los Académicos que suscriben tienen a
gran honor el proponer para
Miembro Corresponsal Extranjero de esta Academia al Profesor Einstein,
catedrático en Berlín. No es preciso encarecer sus merecimientos; basta
citar su nombre, recordar que va unido a la por tantos títulos famosa
teoría de la Relatividad, y que desde los tiempos de Galileo y de
Newton nada se ha hecho en la Ciencia que iguale a la trascendencia y
al alcance de la concepción verdaderamente genial de Einstein. Madrid a
14 de Febrero de 1923.
El 28 de febrero de 1923, cuando Einstein ya
estaba en España, la
Academia aprobó por unanimidad la propuesta de nombramiento de
Corresponsal Extranjero. Einstein recibió el diploma de Académico
Corresponsal extranjero en la sesión pública extraordinaria del 4 de
marzo de 1923, presidida por el rey Alfonso XIII quien le hizo entrega
del diploma correspondiente. De los treinta y tres académicos
numerarios asistieron veintiocho, entre ellos el presidente de la
Academia, José Rodríguez Carracido, Blas Cabrera Felipe, Leonardo
Torres Quevedo. No asistieron Julio Rey Pastor, que se encontraba en
Argentina, y Santiago Ramón y Cajal, por enfermedad. Einstein le
visitaría en su casa al día siguiente. En el acta correspondiente a
esta sesión se puede leer:
Dignose S. M. el Rey declarar abierta la
Sesión e indicar cual
era el objeto de la misma, y ordenó al Secretario que diese lectura al
acuerdo de la Academia por el que ésta nombró Corresponsal suyo al
profesor Einstein. Verificada esta lectura se dignó conceder la palabra
al Sr. Cabrera quién leyó un muy interesante discurso. Señor: La misión
que me ha conferido nuestro Presidente en este acto –comenzó diciendo
el señor Cabrera- se concreta a hacer la presentación del profesor A.
Einstein, a quién la Academia otorga la más alta distinción a que le
autorizan sus estatutos, para rendir testimonio al genial hombre de
ciencia, de la admiración que su obra ha merecido a cuantos en España
cultivan los diversos capítulos de la Filosofía Natural, testimonio que
S. M. el Rey se ha dignado realzar con su presencia […].
Terminado el discurso del señor Cabrera
llamó S. M. el Rey al
profesor Einstein para entregarle el Diploma de Académico Corresponsal,
y le concedió, al mismo tiempo la palabra para contestar al señor
Cabrera. Leyó en alemán el profesor Einstein el discurso de gracias,
cuya traducción al español fue leída a continuación por el Académico
Señor Casares.
La relatividad tras
la visita de Einstein
Un año después de que Einstein visitara España,
José María Plans
ingresaría en la Real Academia de Ciencias como académico numerario. En
su discurso, titulado Algunas consideraciones sobre los espacios de
Weyl y de Eddington y los últimos trabajos de Einstein volvería a hacer
referencia a las teorías de Einstein. Luis Octavio de Toledo, en su
contestación, reconocería la dedicación de Plans a difundir las teorías
del físico alemán:
Nuestro compañero ha sido, en unión de
los señores Cabrera y
Terradas, uno de los primeros y más entusiastas propagandistas en
España de las teorías de Einstein.
El 25 de octubre de 1924 se presentaría a concurso
la memoria titulada Comentarios a la Teoría de la Relatividad
de Einstein,
cuyo autor era el ingeniero militar Enrique Paniagua. Se trataba, según
su autor, de la primera parte, la dedicada a la relatividad especial,
de un proyecto más ambicioso que también se ocuparía, posteriormente,
de la relatividad general. El informe de la memoria fue encargado a
Plans, quien señalaba desconocimiento por parte del autor de los
trabajos fundamentales de Lorentz, Einstein o Minkowski e indicaba que
el autor no había a adquirido una idea clara de lo que era el principio
de Relatividad. Por todo ello, la memoria resultaría rechazada.
La Academia recibiría en 1925 un folleto remitido
por Horacio Bentabol titulado Observaciones contradictorias a
la teoría de la Relatividad del Profesor Alberto Einstein,
que recogía una conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid en la
que aquel criticaba la teoría de la relatividad. Bentabol solicitó que
sus teorías y las de Einstein fuesen examinadas por una comisión de
académicos, tres a favor y tres en contra de la teoría de la
relatividad de modo que se rectificasen los errores introducidos en las
ciencias físicas y matemáticas desde hacía más de un siglo. Tal
solicitud sería desestimada.
La actitud de la Academia frente al escrito de
Horacio Bentabol y el
informe de Plans sobre la Memoria de Paniagua, dejaron clara la postura
de la Academia sobre la Relatividad; y, años después, Julio Palacios
Martínez hizo patente su defensa de la nueva física en su Discurso
de recepción
en la Real Academia de Ciencias. Sin embargo, la publicación por el
contralmirante García-Frías en la Revista de la Academia, de una teoría
geométrica del espacio en la que denunciaba el concepto de Enstein del
espacio como una propiedad de la materia, supuso una derrota en el
criterio señalado.
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