Uno de
los grandes especialistas que hay
en España en Historia de la Ciencia es el profesor y académico D. José
Manuel Sánchez Ron. Autor de numerosos libros, algunos de ellos
dedicados a Einstein y sus teorías, ha organizado dentro del marco
conmemorativo del centenario de la relatividad uno de los eventos más
destacados de nuestro país, la exposición Einstein
en España, celebrada el pasado año en la Residencia
de Estudiantes de Madrid. El profesor Sánchez Ron ha tenido la
deferencia de colaborar con Pasaje a la Ciencia y de responder a las
cuestiones que le hemos formulado. Estas han sido sus respuestas.
En 1905, Albert Einstein iniciaba una
revolución científica con la publicación de cuatro artículos en los que
describía el movimiento browniano, el efecto fotoeléctrico, la teoría
especial de la relatividad y una consecuencia de esta última, la
equivalencia entre masa y energía. Diez años más tarde publicaría la
teoría general de la relatividad, que posteriormente quedaría
confirmada con el eclipse de 1919. La fama de Einstein se extendió por
todo el mundo y fue reclamado en numerosos los países para dar a
conocer sus descubrimientos, entre ellos España, donde finalmente
vendría en 1923. ¿Desde cuándo se conocían en España las teorías de
Einstein? ¿Quiénes fueron los primeros en difundirlas o en ponerlas en
práctica?
Las introducción de las teorías de Einstein en
España fue debida sobre todo a los catedráticos de universidad y
académicos de ciencias Esteban Terradas (1883-1950), Blas Cabrera
(1878-1945) y José María Plans (1878-1934). En dos conferencias que
pronunció durante el primer congreso de la Asociación Española para el
Progreso de las Ciencias, celebrado en Zaragoza en 1908, Terradas se
refirió a algunas de las cuestiones que sobre física cuántica había
realizado Einstein. En otro de esos congresos, el que tuvo lugar en
Madrid en 1913, Cabrera hizo lo mismo. Pero fue sobre todo a partir de
1919, y en relación con las teorías especial y general de la
relatividad, cuando se difundieron más las teorías de Einstein. Se debe
mencionar en este sentido aportaciones como el libro de Plans, Nociones
fundamentales de mecánica relativista, publicado en 1921 por
la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, y
el de Cabrera, publicado por la Residencia de Estudiantes en 1923, Principio
de relatividad, y subtitulado Sus fundamentos
experimentales y filosóficos y su evolución histórica.
Einstein fue reiteradamente invitado a
visitar España. Santiago Ramón y Cajal, Julio Rey Pastor, Esteve
Terradas, Blas Cabrera...pidieron en diversas ocasiones que viajara a
nuestro país ¿Cuáles son las circunstancias que definen la ciencia
española en la época en la que Einstein visita España? ¿Se hacía la
ciencia española más internacional? ¿Por qué Einstein aceptó la
invitación para venir a España?
Hay que distinguir acerca de qué ciencia se habla.
En 1923, la histología española contaba con Ramón y Cajal, y con su
escuela, y sus investigaciones estaban en la frontera del conocimiento.
En física, química y matemáticas los españoles pugnaban por salir del
atraso existente, que era muy grande, e investigadores como Cabrera,
Catalán, Moles o Rey Pastor aportaron mucho y bueno.
Einstein aceptó la invitación básicamente porque
no desdeñaba viajar, y deseaba conocer España, un país de gran historia.
La visita de Einstein a España tuvo un
gran seguimiento por parte de la prensa española. Los periódicos de
entonces dieron cuenta de los detalles de la visita y hicieron un gran
esfuerzo por explicar a la sociedad sus teorías llegando incluso a
solicitar artículos a físicos o a matemáticos sobre la relatividad para
informar a sus lectores. ¿Había realmente en aquella época tal interés
por la ciencia en la sociedad? ¿Se puede hablar por primera vez en
España de difusión de la ciencia en medios públicos?
Yo creo que el interés no era demasiado grande,
pero al igual que en otros muchos países, con sus teorías de la
relatividad Einstein suscitó el interés popular. No diría yo fue la
primera vez que se difundieron en la prensa noticias científicas
(piénsese, por ejemplo, en Cajal, ya un héroe nacional, o en las
aportaciones, en el siglo XIX, de Pasteur o Koch), pero sí en lo que
magnitud se refiere, más aún en el ámbito de las ciencias
físico-matemáticas.
Las conferencias de Einstein estuvieron
muy solicitadas y tuvieron una gran afluencia de público. Sin embargo
se dice que realmente muy pocas personas de las que asistían a ellas
llegaban a entender las explicaciones del físico alemán dado su elevado
nivel científico. ¿Por qué, entonces, eran tan demandadas sus
conferencias? ¿Cuál fue la repercusión real de la visita de Einstein
con respecto a la difusión de sus ideas en España?
Porque los periódicos habían convertido a Einstein
en un personaje famoso, y su ciencia contenía apartados que tenían
atractivo para el público: hablaba del universo, del tiempo y del
espacio y se daba a deformaciones como eso de “ya lo decía Einstein,
todo es relativo”.
En cuanto a su repercusión real fue muy pequeña.
No mejoró la situación en España de las ramas de la física que
cultivaba Einstein.
Cuando Einstein vino a España se
sucedieron las recepciones y homenajes tanto por parte de las
instituciones científicas como por parte de las instituciones del
Estado. Por entonces, la ciencia española ya había recibido en la
figura de Ramón y Cajal su primer premio Nobel y tenía científicos de
un elevado prestigio internacional. ¿Se valoraba en España del mismo
modo la ciencia que hacían los españoles? ¿Llegaron a tener el
reconocimiento que tuvo Einstein?
Salvo Cajal, no. En absoluto.
La visita de 1923 no fue la única
relación que Einstein tuvo con España. En abril de 1933 el gobierno
español ofrecía a Einstein una cátedra en la Universidad Central de
Madrid, que en principio el físico aceptaba. Finalmente Einstein rehusó
y no la ocupó. ¿Cuáles fueron los motivos reales por los que Einstein
no aceptó dicha cátedra? ¿Cuáles hubieran sido las consecuencias para
la ciencia española si Einstein hubiese aceptado? ¿Se hubiera podido
evitar de alguna manera el retroceso que la ciencia española sufrió
tras la Guerra Civil?
En realidad Einstein nunca estuvo interesado en
instalarse en España. Aceptó como un acto de solidaridad a la Segunda
República española y porque la oferta le llegó antes que otras. A lo
sumo, a lo que en algún momento estuvo dispuesto es a pasar algún
tiempo cada año.
Es difícil imaginar qué habría sucedido si
Einstein se hubiese instalado en España, pero teniendo en cuenta que
pronto llegó la Guerra Civil, y que entonces Einstein se hubiese
marchado, es casi seguro que nada hubiese cambiado.
El annus mirabilis de
Albert Einstein se ha conmemorado por doquier a lo largo de todo el
mundo en 2005. Usted ha sido responsable una contribución muy especial,
la exposición Einstein en España celebrada en la Residencia de
Estudiantes de Madrid. ¿Por qué cree usted que es necesario hacer
conmemoraciones de este tipo? Aparte de su indiscutible interés
científico, ¿qué se aporta a la sociedad con ellas?
Son necesarias este tipo de actividades porque
constituyen un buen instrumento para llevar la ciencia a la sociedad.
Muestran algunas facetas especialmente atractivas y relevantes y así
acaso conduzcan a algunos a buscar información, conocimientos, más
avanzados.
En nuestro instituto, también
conmemoramos el centenario de la teoría de la relatividad. El curso
pasado preparamos un número monográfico sobre Albert Einstein y sus
aportaciones a la ciencia. Este año hemos querido trabajar sobre su
visita a España y sobre la ciencia española de entonces y hemos
descubierto a una serie de personalidades científicas muy poco tratadas
en la enseñanza secundaria. Dejando aparte a Cajal, quizá el más
conocido por su premio Nobel, nos referimos a Blas Cabrera, Leonardo
Torres Quevedo, Julio Rey Pastor, Esteve Terradas, Josep Maria Plans,
José Rodríguez Carracido...¿Cree que la historia de la ciencia española
tiene la importancia que requiere en los curricula científicos?
¿Consideraría beneficioso que la historia de la ciencia española
tuviese un peso mayor en las disciplinas científicas incluso desde la
enseñanza secundaria?
La historia de la ciencia española debería ocupar
algún lugar en la enseñanza, pero sobre todo en asignaturas como la
historia, ya que su pasado nos dice mucho sobre la situación, social y
política, de España. En asignaturas de ciencias, su papel debe ser
menor, aunque sí convendría recordar las principales contribuciones
científicas que los españoles han realizado a la ciencia. Naturalmente,
el caso de Santiago Ramón y Cajal es muy diferente. En su caso es
imprescindible referirse a él por su ciencia, y también por su amor a
España y lo que escribió acerca de ésta y la ciencia.
En 2005 la
Residencia de Estudiantes de Madrid albergó la exposición Einstein en España,
de la que fue comisario el profesor Sánchez Ron. La fotografía muestra
los exteriores de la misma, donde destacaba una gran reproducción de la
ecuación más famosa de la física.
|
|