Es para mí
una gran satisfacción poder volver, aunque sea temporalmente y
por un rato, a las aulas. Siempre digo que mi profesión es la
educación, y mi ocupación temporal, es verdad que ya
durante mucho tiempo, la vida pública. Pero yo nací a
la vida laboral en el terreno de la educación y espero volver
a ella antes de que me llegue la jubilación. Por ambos
motivos, cuando vuestro director me planteó la posibilidad de
estar con vosotros en el marco de la celebración del día
de la Constitución me pareció muy interesante, y por
ello, quiero agradecerle esta invitación.
¿De qué podríamos
hablar respecto a la
Constitución? El director ha hecho un repaso sobre la gran norma, el
gran marco de convivencia que regula los derechos y los deberes de los
españoles. La Ley, que en España y después de muchos desencuentros
históricos, ha permitido el mayor espacio de paz, de prosperidad, de
progreso, de desarrollo económico y de bienestar social.
La Constitución
regula básicamente todos y cada
uno de los aspectos fundamentales de la vida en convivencia. Y en este
marco, yo quería compartir con vosotros a lo largo de esta mañana
algunas reflexiones en torno a un tema que a la vez considero
interesante y especialmente preocupante. Me refiero a nuestra relación
con el medio ambiente, a lo que se conoce como sostenibilidad, el
compromiso entre el desarrollo y el respeto a nuestro entorno. Y no
sólo porque los poderes públicos, los gobiernos, han de tener el deber
de emprender acciones para mejorar todo lo relativo al medio ambiente,
sino porque también es una obligación del conjunto de los ciudadanos;
vuestra, de vuestros padres, de vuestros profesores; en definitiva, de
todos los que compartimos este espacio de bienestar que es nuestra
sociedad.
¿Por qué nos
planteamos ésto? ¿Qué es lo que ha
ocurrido en las últimas décadas en el conjunto del planeta? Todos los
ciudadanos, independiente de dónde hayamos nacidos o del grado de
desarrollo de nuestra sociedad, compartimos un hábitat, un medio
natural, que está siendo maltratado desde hace bastantes décadas. Y
esto es debido a que los medios que utilizamos para producir los bienes
y servicios necesarios para resolver nuestras demandas y necesidades,
nuestros desplazamientos, la confortabilidad de nuestras casas o la
producción de alimentos, son demasiado agresivos con el medio ambiente,
es decir, son poco sostenibles. Y por ello han producido a lo largo de
este tiempo un grave deterioro en las condiciones de nuestro entorno.
La Constitución
establece en su artículo 45 que
los españoles tienen
derecho a disfrutar de un medio ambiente sano, pero también tienen la
obligación de velar por él. Somos conscientes del deterioro del medio
ambiente desde que hace unos cuantos años comenzaron a surgir las
primeras señales de alarma; y no sólo en España, sino en todo el mundo,
porque como ya he señalado, este un problema de ámbito global,
planetario. Diferentes científicos observaron que el ritmo de deterioro
del suelo, del agua, del aire, de los bosques comenzaba a ser
preocupante. En el año 1992 se convocó en Río de Janeiro una reunión
muy importante en el ámbito internacional, la llamada Cumbre de la
Tierra o Cumbre de Río, que reunió a más de cien jefes de estado y de
gobierno con la finalidad de plantear estrategias para, por un lado,
combatir la pobreza, y por otro, frenar el deterioro de las condiciones
medioambientales que se iba produciendo en el planeta.
Como
resultado de la cumbre se empezó a trabajar, aunque no se consiguió
atajar algunos de los problemas que ya entonces comenzaban a ser muy
preocupantes. Uno de ellos es el cambio climático. Seguro que habéis
oído hablar de él en la prensa, en la televisión, en diferentes
ámbitos. Hay quien dice que el tema es mucho más grave de lo que se
cree, aunque todo el mundo coincide ya en diferentes ámbitos
científicos que es un problema muy serio y un problema que, de hecho,
ya está alterando las condiciones del clima de la Tierra. Se está
produciendo un calentamiento global de la atmósfera que tiene
repercusiones, en definitiva en términos negativos, sobre nuestro modo
de vida. Y ese cambio climático está provocado fundamentalmente por una
emisión descontrolada de gases responsables de lo que se llama efecto
invernadero.
El que tiene
experiencia de cultivar, al igual que
se hace en el
Poniente de Almería, bajo abrigo o bajo plásticos, sabe que se consigue
un microclima con una temperatura más elevada que acelera el
crecimiento de las plantas, en épocas del año en las que no sería
posible. Un efecto parecido, pero a nivel global de la atmósfera, en el
conjunto del planeta, se ha ido produciendo por la emisión de los
llamados gases de efecto invernadero, de los que el más conocido es el
anhídrido carbónico, el CO2. Estos provienen, principalmente, de los
procesos de combustión que proporcionan la energía que necesitamos para
nuestro modo de vida.
¿Qué podemos hacer
por el medio ambiente? Esta es
la pregunta que yo
quería compartir hoy con vosotros. Tanto en términos de ocupación como
de preocupación, porque podemos estar preocupados y poco ocupados. Hay
que estar preocupados, ser conscientes del problema, pero al mismo
tiempo estar ocupados, es decir, ver que podemos hacer desde nuestro
ámbito de responsabilidad.
Yo tengo la
responsabilidad de un gobierno
provincial. La provincia
de Jaén tiene 97 municipios y somos conscientes de este problema.
Conocemos las medidas que ha tomado el gobierno de España, la Unión
Europea en su conjunto, los acuerdos de la cumbre de Río, que antes
comentaba, los de la Cumbre por el Clima, que se celebró en Kioto. En
fin, hay una serie de acuerdos de ámbito internacional. Pero, ¿qué
hacemos nosotros por frenar ese deterioro?
En la Diputación
hemos creado una agencia de
gestión energética. Me
voy a referir en principio al tema de energía, aunque también podríamos
hablar de la cuestión del agua o del tratamiento de los residuos
sólidos. Todos estos son temas que, en definitiva, forman parte de las
agresiones que causamos al medio ambiente debido a nuestro modo de
vida. Tenemos que seguir siendo capaces de vivir con el mayor nivel de
confortabilidad posible, pero sin deteriorar las condiciones del medio
ambiente. Porque al final, la cuestión se convierte en un puente de
solidaridad con las generaciones que vienen por detrás. No somos los
dueños absolutos del planeta para dilapidarlo, deteriorarlo y
destrozarlo, y dejar a vuestros hijos, cuando los tengáis, y a los
nietos que han de venir y a las generaciones futuras dejarles un medio
tan hostil que haga difícil o imposible la vida.
El tema de la
energía que consumimos es muy
importante. Consumimos
energía en el alumbrado, en la calefacción, cuando nos movemos en un
medio de transporte (avión, tren, coche). Tenemos un gasto de energía
muy importante y la mayoría procede, hasta ahora, de los combustibles
fósiles. Otra parte proviene de la energía nuclear. Los primeros,
fundamentalmente el carbón y el petróleo, producen energía cuando se
queman y su combustión libera a la atmósfera una gran cantidad de CO2,
gas que contribuye de forma creciente a que aumente el efecto
invernadero y al calentamiento global de la atmósfera.
Os cuento algunas
cosas que individualmente
podemos hacer y otras
que estamos haciendo desde el ámbito de gobierno de la provincia y los
ayuntamientos. Si somos suficientemente respetuosos a la hora de
seleccionar los residuos sólidos urbanos que producimos en nuestra casa
contribuiremos a preservar el medio ambiente. Por ejemplo, el papel; si
en lugar de tirarlo indiscriminadamente a una bolsa con el resto de los
residuos, lo separamos y lo mandamos a reciclar, estaremos siendo menos
agresivos con el medio ambiente. ¿Por qué? Porque el papel se hace
básicamente de pasta de papel, de celulosa que se obtiene de triturar
masa vegetal, árboles; cuantos menos árboles cortemos tendremos un
mayor digestor, un mayor pulmón, un mayor sumidero de CO2, lo que
reducirá el calentamiento global de la atmósfera. Otro ejemplo; cuando
una botella, en lugar de tirarla y romperla, la dejamos en el
contenedor del vidrio. La fabricación del vidrio también consume
energía. Al reciclar estamos haciendo nuestra pequeña contribución.
Diréis que esto es muy poco. Pero la suma de millones de acciones
individuales como éstas tiene una resultante muy importante y por tanto
podemos sentir que desde nuestra responsabilidad estamos siendo activos
militantes frente a esos objetivos que nos preocupan.
¿Qué hacemos desde
el gobierno provincial? En el
colegio Alonso de
Alcalá se están instalando, en un programa de la Diputación llamado
Colegios Solares, 3,6 KW de paneles solares, conectados a una red que
van a servir para una fuente de energía renovable, que no contamina.
Supone una fuente inversión económica pero estamos consiguiendo reducir
la emisión de un determinado número de kilos de CO2 que se mandarían a
la atmósfera si en lugar de utilizar la energía solar utilizáramos
carbón o petróleo, que es con lo que funcionan una buena parte de las
centrales térmicas donde se produce la energía eléctrica que luego
alumbra nuestros edificios. También estamos haciendo cosas con el
alumbrado público en la provincia de Jaén. Sabéis que hay unas lámparas
que gastan más y otras que gastan menos. Si todos hacemos un esfuerzo
por utilizar lámparas de bajo consumo y por colocar elementos que
controlen realmente las horas en las que conviene cortar la luz,
estaremos contribuyendo a que haya menos abuso. La mejor energía
ahorrada es la que no se gasta innecesariamente.
Con respecto al
aprovechamiento de la energía
hidráulica sabéis que
en casi todos los embalses hay una central hidroeléctrica que utiliza
la fuerza del agua para producir energía eléctrica sin contaminación.
Tenemos también un programa por el que intentamos aprovechar pequeños
saltos de agua, lo que se llaman centrales minihidráulicas. Tienen el
mismo funcionamiento que las grandes, pero son pequeñas instalaciones.
La suma de todas
esas actuaciones tiene que ver
con el ahorro de la
energía que no debemos gastar innecesariamente, con la mejora que
supone sustituir un combustible fósil por uno renovable. Antes me he
referido a la solar, pero también podemos referirnos a la eólica. Veis
molinos de viento colocados en algunos sitios, que son la versión
moderna de los molinos de viento usados para otros fines, cuya
referencia clásica, Don Quijote de la Mancha, está en la cabeza de
todos. Es otra fuente, en este caso procedente de la fuerza del viento,
para generar energía eléctrica, y por tanto para evitar que sigamos, en
la medida en que podamos, quemando carbón, quemando fuel, para
satisfacer nuestras necesidades.
Estamos en Jaén.
Tenemos un inmenso bosque, un mar
de olivos,
600.000 hectáreas, 60 millones de árboles. El olivar, además de
producir ese extraordinario alimento que es el aceite de oliva, un
placer gastronómico y una buena inversión en salud, aparte de sustentar
nuestra economía y nuestro empleo, también es una fuente de energía
renovable. Quizá vosotros lo veáis menos ahora, pero antes era común
que parte de las casas con chimeneas las alimentaran con la poda. Ahora
hay una parte de ese leña que se quema en el campo, sin ningún
aprovechamiento. Es una obligación colectiva, porque si aprovechamos
bien todo lo que representa la poda del olivar de la provincia de Jaén,
estaríamos siendo capaces de sustituir 350.000 toneladas equivalentes
de petróleo.
Tenemos la
obligación colectiva de aprovechar ese
potencial. ¿Qué
estamos haciendo para ello? Estamos poniendo en marcha un parque
tecnológico del aceite y del olivar en Mengibar. La Diputación ha
constituido una sociedad con una empresa de ingeniería del sector
energético para desarrollar una planta que solo funciona con biomasa,
con el hueso de la aceituna y la poda del olivar; el objetivo es
suministrar frío y calor, calefacción en invierno y aire acondicionado
en verano. Estamos usando una energía renovable. Los olivos hay que
podarlos, en promedio, cada dos años, aprovechando esa energía para la
climatización, para vivir confortablemente, evitando seguir quemando
carbón o petróleo.
Hace poco se ha
aprobado la ley de edificación que
obliga a todas
las nuevas viviendas a tener una instalación solar térmica. Obliga a
tener unos cuatro metros cuadrados de paneles solares capaces de
suministrar a una familia todo el agua caliente que necesita. Obliga a
que se incluya en el propio proyecto de forma que utilicemos esa
magnífica fuente de energía que es el Sol.
La suma de todas
estas acciones, algunas
responsabilidad de los
gobiernos, otras de nuestra propia responsabilidad como ciudadanos que
tenemos el derecho a disfrutar de un medio ambiente saludable es lo que
nos ha de servir para eliminar los efectos indeseados que trae consigo
el progreso y el bienestar. El papel de los ciudadanos es fundamental;
todos tenemos que sentirnos comprometidos, todos tenemos que sentirnos
concernidos, porque si no, será imposible lograrlo por mucho que los
gobiernos quieran. Éstos puede tener grandes deseos, grandes
presupuestos incluso, pero la tarea debe ser de militancia social, de
compromiso cívico en los múltiples campos.
De todos los temas
que hemos podido hablar en el
marco de la
celebración del día de la Constitución, del derecho a la salud, del
derecho a la educación, de la economía de mercado, de las distintas
constituciones, de cómo se regulan los tribunales de justicia, creo que
este tema, la sostenibilidad, es hoy especialmente apropiado. No
tenemos por qué renunciar a tener un cierto nivel de confortabilidad, a
satisfacer nuestras necesidades, a vivir mejor. Pero al mismo tiempo
hemos de tener presente que no podemos hacerlo a consta de cualquier
cosa, en este caso a consta de deteriorar el medio natural. Somos
usufructuarios, no dueños absolutos de este medio natural que soporta
la vida del planeta y la de todos nosotros, la de las generaciones que
nos precedieron y la de las que nos tienen que suceder.
Os invito a que en
este día de la Constitución y
hablando de
derechos y de deberes, hablando de este compromiso colectivo,
reflexionéis sobre este asunto y hagáis propias todas estas
actuaciones. Estoy seguro de que la gente más joven sois también los
más comprometidos; en todo caso, quiero que sepáis que vuestra
contribución no es inútil, es importante, y la suma de millones de
pequeñas aportaciones hace una gran montaña. Muchos granos de arena
juntos hacen una playa. Y aquí hace falta el esfuerzo conjunto de
todos, y por tanto el compromiso y el trabajo de todos. Os reitero la
satisfacción que me produce estar con vosotros y de nuevo agradezco al
director la invitación que me ha hecho. Y ahora estoy a vuestra
disposición para todas aquellas preguntas que me queráis plantear.
Entre las actividades que se
organizaron desde el Ayuntamiento de Alcalá la Real con motivo del Día
del Medioambiente, nuestra clase visitó la depuradora de nuestro
municipio. Allí aprendimos cómo se lleva a cabo el proceso de la
limpieza de las aguas residuales. Sin embargo, al acabar pudimos
observar que el agua que salía de la estación no estaba completamente
limpia. ¿A qué se puede deber ésto?
Hace tiempo que no
visito la depuradora y es posible lo que dices. Pero probablemente sea
debido a que el agua que se obtiene tras el proceso de depurado es para
un uso secundario, es decir, para el regadío o para contribuir al
caudal ecológico que tiene que llevar el río o el arroyo de modo que
permita mantener la biodiversidad. Por otro lado, cuando se hizo la
depuradora se construyó en función de la carga de contaminación que
debía soportar; lo que se calcula según los habitantes. Pudiera ser que
con el tiempo se quede pequeña debido al crecimiento del casco urbano;
en ese caso debería ser ampliada.
Cerca de Alcalá, en la sierra de
Frailes se puede observar un parque de aerogeneradores. ¿Para cuánta
gente suministra electricidad una instalación de esas características?
Creo que ese parque
tiene 15,20 megawatios, que traducido a consumo medio, está en torno a
7.500 habitantes. La energía eólica es otro tipo de energía renovable y
no contaminante. Otras son la solar y la procedente de la biomasa a las
que ya hemos hecho antes referencia.
Cómo usted acaba de decir se
está utilizando materia orgánica, en este caso procedente de aceites
vegetales, para la obtención de energías alternativas como es el caso
del biodiesel. ¿Pero se puede obtener energía a partir de otro tipo de
residuos orgánicos?
Se puede obtener
energía de la biomasa y antes hemos hablado de la importancia que tiene
el olivo. En España no hay ninguna otra concentración de un cultivo tan
amplia como sucede con el olivar en la provincia de Jaén. Ya hay
empresas del sector de la energía que están montando plantas en
distintos puntos de la provincia para aprovechar la energía de la poda
del olivar. Tiene un potencial elevado y pero aún hay que hacer el
proceso rentable, hacer que los costes que tiene resulten asumibles. Al
final esta energía tiene que competir económicamente con la que procede
de otras fuentes, como la térmica o la atómica, y es necesario
abaratarla. Se requiere todo un proceso de investigación que haga que
esas fuentes de energías renovables tengan costes similares a las otras
para que sean utilizadas.
Con respecto al tema de los
residuos urbanos cada vez es más necesario hacer una recogida selectiva
de los mismos. En este sentido, recientemente se ha instalado un punto
limpio en Alcalá la Real. ¿En qué consisten exactamente y que acogida
está teniendo?
Una consecuencia de
nuestra forma de vida, en la que todo viene envasado, es la producción
de una gran cantidad de residuos sólidos que hay que eliminar. Es
necesario montar toda una estructura para ello y los puntos limpios son
lugares a los que los ciudadanos pueden llevar los materiales que no se
recogen en el domicilio. Deberíamos tener la suficiente conciencia como
para llevar el vidrio a un lugar, el papel a otro, los envases a otro y
los elementos que no son trasladables a esos contenedores, tales como
colchones, muebles, aceites usados, frigoríficos viejos, a los puntos
limpio. Ahí debe ir lo que no podemos eliminar de una forma estándar.
Si no nos esforzamos en ellos nos podemos seguir encontrando lavadoras
viejas en las riberas de los arroyos.
¿Qué porcentaje de los residuos
que producimos se recicla? ¿Existen concienciación ciudadana con
respecto a este tema y a la recogida selectiva de los residuos?
En Jaén hay una
planta en Ibros para la recogida para toda la provincia y su
importancia va siendo creciente. También cada vez es mayor el nivel de
compromiso ciudadano respecto a la recogida selectiva de residuos ya
que la gente responde cada vez en mayor medida y eso es debido a la
educación. En algunos países, como Alemania, hay sistemas que detectan
en la recogida domiciliaria si en la bolsa donde debe de ir la fracción
orgánica de la basura hay algún otro tipo de residuos, y en ese caso se
acaba penalizando al infractor. Hay que funcionar con las dos cosas,
con el estímulo y la educación, pero también con la sanción.
En algunos casos, cómo en el del
papel o el vidrio, es fácil conocer como se reciclan estos materiales.
Pero, ¿qué se hace con la fracción orgánica de la basura o con los
residuos peligrosos?
Como ya hemos
comentado los residuos sólidos normales van, cada uno pos su sitio, a
plantas de reciclaje específicas. La materia orgánica va por otro lado
y se elabora compost con la fracción aprovechable y la que no, va a lo
que se llama un vertedero de inertes. Hay residuos con otro carácter,
como los neumáticos. Hay una planta en Espeluy donde se concentran
buena parte de los neumáticos de la provincia y se utilizan para hacer
un suelo acolchado como, por ejemplo, el que hay en los juegos
infantiles del Parque de los Álamos. En otros casos se añade al asfalto
de las carreteras. La parte de acero de las ruedas se recicla en la
acería.
¿Usted cree que los objetivos
que nos planteamos para progresar y a la vez ser respetuosos con le
medio ambiente, es decir, lo que conocemos como desarrollo sostenible
son alcanzables?
Yo creo que el
objetivo es perfectamente alcanzable si todos tenemos aquí y en
cualquier lugar la conciencia de que vale la pena hacer el esfuerzo
para conseguirlo. En la vida en general, si todos somos conscientes de
que no se puede mantener más el modo de satisfacer nuestras necesidades
propio de los últimos cien años, si seguimos con esas pautas, sin
corregirlas, haremos que el planeta sea insostenible. El aire, el
suelo, los gases responsables del efecto invernadero y del cambio
climático: si hay conciencia colectiva se producirá avance en el
desarrollo tecnológico que hará posible lo que antes no lo era. El otro
día en una reunión acabé recordando algo que leí en una magnífica
publicación que hicisteis en este centro con motivo del año Einstein
“existe una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o
el átomo y es la voluntad”. Al final es eso, si estamos firmemente
convencidos de que queremos hacer una cosa, los objetivos son acertados
y perfectamente podemos avanzar haciendo desarrollo sostenible al igual
que hemos avanzado durante décadas en la dirección contraria.
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