Desde hace varios años, cada vez tienen más
trascendencia social las
conmemoraciones relacionadas con ciertos acontecimientos culturales y
científicos. Ejemplo de ello fue la celebración en 2005 del Año
Internacional de la Física en recuerdo a los artículos de Albert
Einstein que cambiaron la concepción del mundo actual y que la
Consejería de Educación de la Junta de Andalucía conmemora durante
curso pasado y el actual. El número anterior de esta revista estuvo por
ello dedicado monográficamente a la figura y la ciencia de Einstein; y
para este número dejamos la relación de Einstein con nuestro país y la
ciencia española de entonces, lo que recogen los artículos incluidos en
las páginas siguientes.
A lo largo de este curso son varios los eventos
que se celebran,
entre ellos el 250 aniversario del nacimiento de Mozart, el aniversario
de la concesión del Nobel a Juan Ramón Jiménez o el quinto centenario
de la muerte de Cristóbal Colón. Al primero nuestra revista dedica una
sección que lleva por título La
Ciencia mira a Mozart.
A Colón y a los estudios dirigidos a la identificación forense de sus
restos óseos se refiere el responsable de su estudio, el antropólogo
Miguel Botella. Pero hay otra conmemoración que, a mi modesto entender,
hasta ahora no ha tenido la repercusión social que debiera. Y es el
centenario de la concesión del premio Nobel a D. Santiago Ramón y
Cajal. Hemos de reconocer que hemos llegado a esta conmemoración con la
mayor parte de nuestro trabajo para este número ya planificado e
indudablemente D. Santiago merece muchísimo más que los artículos y
referencias que aquí incluimos. Sin embargo es nuestra intención rendir
tributo al más genial de los investigadores españoles de todos los
tiempos. Y es por ello por lo nuestra portada va dedicada a él y a su
obra. Ha sido un honor para nosotros recibir de los Herederos de Cajal
la autorización pertinente para reproducir una de las ilustraciones
científicas más representativas de la teoría neuronal y uno de sus más
famosos autorretratos.
Confiamos en que, desde la modesta de nuestras
actuaciones, hayamos
contribuido a difundir la ciencia y la figura del más universal de
nuestros científicos y hallemos en D. Santiago al genio que nos guíe e
ilumine a lo largo de nuestro camino por el mundo de la Ciencia.
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