Trabajos
de divulgación histológica de Cajal
El Proplasma.– Cajal no escribe
este artículo con una intención clara de divulgación. Como indica el
subtítulo "Breve análisis de los últimos trabajos publicados
acerca de su constitución anatómica" es un trabajo de
revisión de los conocimientos biológicos de la época aunque se permite
comentarios típicos de los artículos de divulgación. El título ya
indica que el énfasis se hace en el protoplasma considerándolo como la
única parte de la célula indispensable para la vida. El núcleo
representaría solo una diferenciación avanzada pero no necesaria. Cajal
basa este razonamiento en la descripción de organismos tan simples como
el gimnocytodo y el Bathybius haeckelii.
En 1880, el protoplasma se consideraba constituido
por una red de mallas estrechas de filamentos muy delicados
(plastídulos) con granulaciones en los puntos de intersección de las
fibrillas. Cajal analiza estos nuevos descubrimientos comparándolos a
la concepción anterior del protoplasma como una sustancia amorfa
transparente y granulosa, en la que se vio forzado a detenerse el
análisis micrográfico. Cajal se pregunta y responde:
Pero
¿porque una nebulosa sea irreductible con los más poderosos telescopios
podemos concluir que es una materia amorfa, difusa, caótica, boceto
informe de mundos que serán especie de Bathybius celeste, punto de
partida de nuevas creaciones? No; la historia de la ciencia no nos
autoriza para negar la existencia de la organización en el protoplasma,
porque con nuestros procederes de investigación no hayamos podido
ponerla de manifiesto.
Describe
las transformaciones que sufre esta red de plastídulos durante la
división celular según los dos trabajos de Flemming publicados en 1880,
el mismo año en el que escribe el artículo Cajal. Cajal comenta con
gran precisión las fases de la división celular descritas por Fleming: descanso
(Ruhe), ovillo (Knäuel), estrella
(Stern), placa ecuatorial y separación
con formación de las células hijas. Flemming denominó cromatinas a las
estructuras que observó en el núcleo denominadas cromosomas por
Waldeyer en 1888, sin embargo, desconocía el trabajo de Mendel sobre la
herencia de los caracteres y no logró relacionar los cromosomas con la
herencia genética. Habrá que esperar hasta 1902 para que Sutton
sugiriera que en los cromosomas se localizan los elementos mendelianos:
''I may
finally call attention to the probability that the association of
paternal and maternal chromosomes in pairs and their subsequent
separation during the reducing division as indicated above may
constitute the physical basis of the Mendelian law of heredity."
[Quiero finalmente llamar la atención de la probabilidad que la
asociación en pares de cromosomas paternos y maternos y su posterior
separación durante la división reductora como indicamos antes podría
constituir la base física de la ley mendeliana de la herencia.]
Las Maravillas de la Histología.–
Los fines de estos artículos son claramente de divulgación científica
tal como señala Cajal:
Interesar
al público por estos estudios placenteros, revelar en medida de
nuestras deficientes fuerzas los atractivos que encierra el mundo de la
vida, demostrar que el microscopio del histólogo nos da á conocer
maravillas mas estupendas que el telescópio del astrónomo, tales son
los varios fines á que los presentes artículos se encaminan.
Estos artículos escritos tres años después del
artículo "El Protoplasma" siguen considerando el
núcleo de la célula como una adquisición evolutiva sin un papel
primordial. El protoplasma celular sería el único responsable de las
propiedades de la vida.
Cajal intenta convencer al lector de las
maravillas que se va a encontrar si utiliza el microscopio y observa
los diferentes tejidos. Lo anima a ver la circulación de la sangre:
...¿habéis
contemplado sin emoción, sin experimentar el estremecimiento de lo
sublime, el fenómeno de la circulación de la sangre? ¿No os ha llenado
de admiración el eterno correr del hematie...mientras el glóbulo
blanco, más prudente y discreto, busca un abrigo junto á la pared...?
Sugiere también Cajal desgarrar el pétalo de una
flor, tomar un trozo de tejido animal y colocarlos sobre la platina del
microscopio; examinar luego una gota de saliva y una gota de vuestra
sangre. En todas estas observaciones encontrareis "células y
células más ó menos transformadas".
Los seres orgánicos "no son una unidad,
sino una pluralidad". Cada célula es un organismo en
miniatura que se basta y sobra para el ejercicio de las funciones
vitales. Las células "pueblan nuestro cuerpo como las especies
orgánicas el planeta". Como explicar entonces el sentimiento
que tenemos de unidad "¿...psicológica, y la conciencia y el
pensamiento...?". Para Cajal este fenómeno tiene :
...fácil
y llana explicación si consideramos que el hombre siente y piensa por
sus células nerviosas, que el no yo metafísico, el mundo exterior
comienza en realidad en las fronteras de las circunvoluciones
cerebrales.
El cuerpo de los organismos está formado por
materias vivas y materias muertas. Las materias muertas intercelulares
(cutículas, cápsulas, fibras, hueso, etc.) representa "..el
edificio donde se alberga la materia viviente...".
Cajal compara el cuerpo de un organismo a una
ciudad " ..: no es la ciudad misma lo que vive, sino los
habitantes que encierra."
En esta ciudad edificada "...de huesos y
ternillas, de carnes y de sangre..." los moradores son las
células, las viviendas son las cápsulas celulares y las cavidades de
las sustancias amorfas. Las calles son el árbol vascular sanguíneo y
linfático. Los muros de la ciudad es la doble barrera de la epidermis.
La función de alcantarillado la realiza el intestino. Esta ciudad tiene
también barrios en los que habitan ciudadanos (células) de un mismo
gremio profesional (tejido histológico). Los soldados son las fibras
musculares agrupadas en "...batallones compactos".
Los comerciantes son "...las células epiteliales del
intestino, que introducen en la ciudad las primeras materias primas de
la vida y reglan los cambios entre el medio interior y el exterior...".
"El servicio de policía de aireación y
limpieza" lo realizan las células del pulmón, del riñón, del
hígado y de las glándulas sudoríparas.
La sangre es el "criado oficioso"
que coge de los "epitelios comerciantes" (del
intestino y de los pulmones) el "...alimento preparado que
servirá en familia, á domicilio, á cada habitante de la ciudad.".
También "...limpia y baldea las calles y viviendas, recoge los
despojos... poniéndolos a disposición... de barrenderos públicos....las
células glandulares excrementicias."
"El cráneo es el palacio del gobernador
de la ciudad, donde residen "lucida corte de células
nerviosas" conectadas "...por riquísima red
telegráfica [nervios] y dos aparatos telefónicos
[oídos] y dos cámaras oscuras fotográficas [ojos] con
las calles y plazas, los muros y las viviendas".
La huelga en esta ciudad de una clase de
ciudadanos (músculos, nervios, glándulas, sangre) origina conflictos
graves que "...pueden llegar hasta la ruina total de la
organización."
Cajal trata extensamente, en estos artículos, la
propiedad de irritabilidad de los protoplasmas o
reacción bajo la provocación de estímulos exteriores y que sirve "para
distinguir lo vivo de lo muerto" . Distingue tres tipos de
irritabilidad: vegetativa, de la vida de relación y generativa. En la
irritabilidad vegetativa incluye todas las reacciones relacionadas con
la nutrición y la actividad funcional. En la irritabilidad de la vida
de relación están las actividades de la sensibilidad, el movimiento y
la memoria.
La división del trabajo en un organismo
pluricelular lleva a la especialización de las células en tejidos
quedando oscurecidas el resto de las funciones. Por ejemplo, cita Cajal:
...la
célula muscular, siquiera no haya perdido las demás modalidades
irritatorias, la nutrición, secreción, generación, respiración , etc.,
se ha educado y diferenciado expresamente para ejecutar la reacción de
movimiento.
La célula al especializarse pierde "derechos
y libertades" pero consigue "una alimentación fácil
y segura, una actividad más útil y elevada, una vida más robusta y
longeva y, sobre todo, una garantía eficaz contra las causas
destructoras del medio".
La vida de la célula se subordina al bienestar del
organismo. Las células glandulares ven "...disuelto su cuerpo
celular para constituir con sus mortales despojos, las materias activas
del líquido segregado." Las células epiteliales de la piel
mueren para formar una superficie protectora del organismo, también lo
hacen las células del esmalte de los dientes, las células intestinales "...que
transforman su cuerpo en moco con objeto de lubrificar el canal
alimenticio...", etc. Otras células, sin embargo, alcanzan
gran longevidad como le ocurre a las células nerviosas, hepáticas,
musculares y endoteliales.
La Máquina de la Vida.– En este
artículo de divulgación, Cajal desarrolla más sus ideas acerca de las
propiedades vegetativas de la célula. El protoplasma celular es capaz
de realizar todas las funciones elementales de la vida. En los
organismos pluricelulares, los aparatos digestivo y circulatorio sirven
para que el alimento llegue convenientemente preparado a las células
donde se realiza la asimilación alimenticia. De forma similar, la
respiración no ocurre en el aparato respiratorio sino en "...los
protoplasmas que pueblan la intimidad de los tejidos..."..."El pulmón
es, por tanto, no el hogar, sino la chimenea de la fábrica viviente”
Las células realizan también la desasimilación
desintegrando las "partículas protoplásmicas vivas,
empujándolas en montón á la cloaca general donde se depositan las
materias muertas y los desechos nutritivos, es decir, á la corriente
linfática y al torrente sanguíneo venoso."
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