Pasaje a la Ciencia > Número 10 (2007) > Mis recuerdos de Francisco Montañés

Mis recuerdos de Francisco Montañés

Mis recuerdos de Francisco Montañés
José Jiménez Pareja
  Comencé a trabajar en Condepols cuando se fundó la empresa, en 1965. Francisco Montañés me pidió que me encargara de supervisar a los albañiles y electricistas mientras él estaba en Barcelona viendo maquinaria. La fábrica comenzó en un principio haciendo cuerdas para los capachos, los filtros usados para la extracción del aceite. Francisco Montañés diseñaba las máquinas. Recuerdo que cogía una cuerda, la desmontaba, contaba las vueltas y sobre la necesidad pensaba la máquina. Diseñaba sobre el papel y llevaba los dibujos a Luis Hidalgo y a Juan Lizana, a los que daba instrucciones para la construcción de la máquina.

Francisco Montañés junto a José Jiménez y Rafael Marañón  Francisco Montañés volvió a su tierra a hacer algo por Alcalá. Se sentía muy alcalaíno y de la empresa. Tenía obsesión por el trabajo. Lo recuerdo siempre con la calculadora, averiguando el rendimiento de las máquinas o la producción. Incluso en los ratos del café tenía un papel en la mano con el que trabajaba.

Era un profesional al máximo, con unos conocimientos grandísimos. Como persona cuidaba las relaciones humanas y era muy cariñoso con los demás. Sabía ponerse al nivel de conocimientos de quien tenía enfrente. Cuando había alguna reunión quería que no hubiese ninguna duda sobre las ideas que transmitía y daba confianza para preguntar lo que fuese necesario. Tenía un trato exquisito con los trabajadores y era muy respetuoso con el personal. Por encima de todo, quería que todos aprendiéramos.

Sus máquinas llegaron a países extranjeros. Recuerdo cuando estuvimos en Méjico para la puesta en marcha de la maquinaria que Condepols vendió a una empresa establecida en ese país aunque de dueños españoles; fue en la ciudad de Córdoba, en el estado de Veracruz. Eran las máquinas que había diseñado Francisco. También estuve en Dublín, donde se vendieron otras diez aunque esta vez no vino con nosotros.

Francisco sabía reconocer y agradecer el trabajo de los demás. Cuando se compró la primera máquina extrusora, que llegó de Canadá, vino un montador extranjero con muchos conocimientos teóricos pero pocos prácticos. La máquina se enredaba y no funcionaba bien y entre varios compañeros la hicimos funcionar adecuadamente. Francisco recibió una carta de felicitación de la empresa en la que se reconocía nuestra colaboración y que nos hizo llegar inmediatamente.

Francisco Montañés ha sido una persona de gran importancia para Alcalá la Real. Todo el barrio del parque hacia abajo se construyó gracias a la presencia de Condepols y a Montañés, pues él fue el responsable de la creación de la empresa. En un principio fue una fábrica con 18 personas, pero posteriormente llegó a tener 600 trabajadores. Económicamente le hizo mucho bien al pueblo pues su trabajo no sólo evitó el éxodo rural característico de aquella época, sino que propició la vuelta a Alcalá de gente que estaba fuera. Su trabajo ha aportado riqueza al pueblo.